Más justo, menos mediocre.

Más justo, menos mediocre.

miquelbonetPor Miquel Bonet, abogado, profesor, autor de “Búscate la vida”

No hace falta ser un experto en marketing, para adivinar, que todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor en el plano político especialmente, tiene que ver con la economía y viceversa y aunque mucha gente de buena fe, creemos vivir en un planeta azul, la verdad es que debería ser de color verde y no lo digo por el matiz de los bosques que aún sobreviven, sino porque caprichosamente también es el color del dinero.

La verdad es que se está propiciando una economía muy consumista, cortoplacista y que persigue un modelo de bienestar perverso, basado mucho más en la acumulación que en el reparto equitativo de la riqueza y claro que, lo peor no consiste en compadecernos del 80% de humanos que vive peor que nosotros, quizás lo honesto sería asumir que con nuestra actuación más allá de darles expectativas para que puedan avanzar, los estamos arrastrando hacia la mediocridad, obligándoles a hipotecarse de por vida y lo que es peor educar a las futuras generaciones en modelos, que en vez de mejorar su entorno, contribuyen a hincharlo de bienes y servicios que no necesitan, en vez de ofrecerles cultura, formación, inversiones estructurales que contribuyan a que algún día no dependan del primer mundo.

No debiera extrañarnos, que recientemente, la mayoría de partidos políticos que han aparecido para reemplazar el bipartidismo clásico, se alimenten del desespero, de la queja y de la indignación de muchos ciudadanos. ¿Programas? ¿Para qué hacen falta programas cuando nadie los cumple? Si esta gente llega a gobernar -debe intentarlo-, le bastaría con la congruencia de sus valores, la honestidad, y el mínimo de inteligencia para rodearse de buenos técnicos, que saben cumplir su función, nada más, porque lo otro se aprende, incluso a vivir en la incertidumbre, pero que sean personas, más que siglas.

No sé si necesitamos, muchos o pocos empresarios, más o menos profesionales, pero de lo que estoy seguro es que necesitamos más mujeres en el poder, pues además de la intuición, la polivalencia y la empatía, competencias de las que carecemos la mayoría de hombres, si ellas, tienen determinación, son persistentes , honradas y dispuestas a trabajar en cualquier proyecto sostenible que valga la pena, seguro que todo puede funcionar algo mejor, aunque sólo sea, porqué una mujer en alguna misión, difícilmente puede permitirse ser mediocre.

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