Blended Learning: Más allá de acompañar y hacer clic
Publicamos este artículo de nuestra buena amiga y colaboradora en Colombia, profesora Dra. Ana Mercedes Suárez Opina, que lo ha escrito para «El Educador».
Autonomía, motivación, exploración, pero especialmente diálogo de saberes en ambientes virtuales de aprendizaje y en escenarios reales son las tendencias a las cuales le apunta una dinámica que empezó a hacer clic y lleva varios “like”. Se trata del Blended Learning, o B-Learning.
Por: Ana Mercedes Suárez, Comunicadora Social – Periodista. Especialista en Periodismo Digital. Maestría en Educación. Docente Universitaria. Tutora Virtual
Se denomina B-Learning a una metodología que combina el trabajo presencial y los escenarios virtuales. Así las cosas, se podría pensar que todos los días se hace B-Learning desde diferentes escenarios, pero realmente no es así. No basta solamente con disponer de herramientas tecnológicas, su uso, apropiación y aplicación es importante.
Uno de los retos a los cuales se enfrenta la educación desde la virtualidad es brindar alternativas y soluciones que permitan la inclusión social a sistemas educativos diferentes a los tradicionales, de tal manera, que docentes y estudiantes construyan conocimiento, a partir de uso del lenguaje, por medio de prácticas sociales determinadas. Por eso, es importante que la academia establezca situaciones, en las cuales enseñar y aprender tengan sentido, dentro del aula, y a través de las pantallas.
Blended, un modelo
José Lozano Galera es un español investigador y experto en educación virtual. Uno de los fundadores de la Universidad Abierta de Catalunya (UOC), primera Institución universitaria del mundo. También fue el fundador de AEFOL, (Asociación de e-learning y formación on line) y desde 2001 lidera el equipo de AEFOL EXPOELEARNING, S.L. con la misión de difundir el e-learning por todo el mundo y promover a sus clientes.
Su posición al respecto del Blended Learning o modelo mixto, como se conoce tradicionalmente, se basa en los siguientes ejemplos: los de los institutos dedicados a la educación presencial, los cuales imparten a los estudiantes campus virtuales con ofertas de servicios y productos. También se refiere a la “formación complementaria que usan los docentes donde cuelgan sus apuntes, contenidos y así ayudan a sus alumnos”. Y la clase invertida, en la que aparecen los contenidos en el campus virtual y los estudiantes se apropian de ellos, de acuerdo con las áreas de conocimiento”.
La educación es una práctica social a la que se puede acceder hoy en día, a través de diferentes dispositivos, pero sin dejar de lado las dinámicas tradicionales que la hacen posible, porque permiten la construcción de sujetos capaces de resolver dilemas que la sociedad les impone. Y no solo, desde los ambientes de aprendizaje tradicionales, también de aquellos, en los cuales las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), se convierten en mediaciones para crear productos que conduzcan al conocimiento de un sujeto comprometido con el contexto social político y cultural. En este sentido, las TIC adquieren importancia porque su crecimiento y expansión han permitido un contacto más cercano entre docentes y estudiantes.
Entre lo real y lo virtual
Acercándose al concepto, la traducción literal es “aprendizaje mixto” o “aprendizaje mezclado”. Y así las cosas, la tendencia no es tan nueva como podrían pensar algunos. El Blended Learning se podría definir como una estrategia en la cual las TIC complementan los procesos de educación tradicional, dinámica en que la responsabilidad no recae estrictamente en el docente, es decir, que el estudiante es parte activa de ésta. Y se genera entonces una especie de autonomía.
Podría considerarse como una práctica educativa que se sustenta desde lo social. Pero no hay que olvidar que a pesar de las cifras de acceso y conectividad que posicionan y presentan las entidades públicas y privadas respecto al uso de las TIC, aún existe una brecha que separa las posibilidades de acceso al conocimiento. Y es a esta población, muchas veces vulnerable, donde el Blended Learning debería llegar, para convertirse más que en modalidad, en novedad que conduzca al desarrollo.
Participar de estas modalidades de enseñanza y aprendizaje, permite a docentes y estudiantes construir conocimientos a través de herramientas que posibiliten la conexión, para compartir y gestionar contenidos sin límite de tiempo y espacio, motivando de esta manera experiencias en aulas físicas y virtuales tendientes a fortalecer la sociedad del conocimiento.
El aula sin muros de Marshall McLuhan
Es importante mencionar al canadiense Marshall McLuhan, quizá uno de los teóricos de la comunicación más importantes del Siglo XX, quien desde sus estudios acerca de los medios y la influencia en la sociedad, trazó grandes visiones en la llamada sociedad de la información, cuando habló por primera vez de la “Aldea Global”, al referirse a la conexión de los seres humanos con los medios de comunicación, además de prever, quizá, sin saberlo una serie de cambios sociales, que afectarían la educación, aspecto más bien cultural que se configura a partir del aporte de quienes participan de ella.
MacLuhan (1974) se refería al hombre educado como aquel que era capaz de expresarse y diferenciar asuntos varios que le presentaba la sociedad, e indicó que la educación no debe centrarse en ofrecer elementos básicos para la enseñanza, sino de brindar las posibilidades de razonamiento para ser útil a la sociedad. En este sentido las nuevas dinámicas de enseñanza y aprendizaje como el Blended Learning, deben estar en la capacidad de brindar información acertada, de tal manera que se motive la participación activa del sujeto, es decir, un ser humano práctico y no mecanizado que solo se limite a hacer clic, sin pensar que estas modalidades acompañadas de herramientas deben concebirse más desde la parte humana, y no desde la instrumental.
El Blended Learning parece ajustarse al pensamiento de MacLuhan (1974), quien afirmó en los años 60, que la mayor parte de la enseñanza tenía lugar fuera de la escuela, y al parecer, este aporte del canadiense no dista mucho de la realidad, porque las tecnologías ofrecen diversas posibilidades de enseñanza y aprendizaje que emergen desde el aula tradicional y se traslada a las pantallas.
Referencias:
MCLUHAN, M (1974), El aula sin muros. Investigaciones sobre técnicas de comunicación