Comunidades de práctica y crisis económica
Están siendo afectadas las comunidades de práctica por la crisis económica? Esta pregunta nos la venimos haciendo de forma habitual en los últimos meses. La premisa es simple: si en la Administración Pública todo está afectado, por qué razón las comunidades de práctica tendrían que estar exentas?. La pregunta, creemos, es pertinente y no ofrece una única respuesta.
Vamos a tratar de contestarla a continuación y lo vamos a hacer utilizando los elementos que han aparecido en el último año en el programa Compartim . Estos elementos los vamos a clasificar en aquellos que dificultan y aquellos que apoyan. Al final del artículo haremos balance y contestaremos la pregunta inicial. Vamos a ello.
- Elementos nuevos que dificultan.
Señalamos los tres más importantes:
- Disponibilidad de tiempo: ya le decía la canción, en época de dificultades no es tiempo para la lírica. Los profesionales, en su conjunto, priorizan ahora más que nunca las tareas que tienen encomendadas con una fuerte presión. Suelen ser demandadas por la vía tradicional. Y esto, como sabemos, no se puede dejar para mañana, ni en virtud de una futura y eventual mejora. Lo que hay que hacer hay que hacerlo ya. En este contexto, el excedente de disponibilidad que había favorecido el mantenimiento de algunas comunidades de práctica, ahora no va a ayudar.
- Disponibilidad entusiasmo: es compañero del anterior. Salvo casos excepcionales (hablaremos de ello después) el entusiasmo del conjunto se resiente y pierde fuerza. Por decirlo así: o estás en una época de consolidación de la CoP y ya has integrado la mejora que proveen en el tejido organizativo y institucional ; o no vas a resistir el empuje de las nuevas exigencias de menor disponibilidad de tiempo y espacio
- Disponibilidad de presupuesto: no hay ni que explicarlo. Por decirlo de forma elegante: es época de hacer más con menos.
- Elementos que apoyan: también señalamos tres:
- Elaboración propia de materiales y soluciones ad hoc a problemas y dificultades de la organización. Es un clásico ahora redescubierto. Más allá de coyunturas difíciles, siempre hay una potente respuestas de las personas (comprometidas, entusiastas) delante de los retos y dificultades. O esto se apoya desde la organización (con tiempo y atención) o las respuestas provendrán de fuera. Esta es la gran fuerza de las CoPs: siempre vamos a encontrar personas inquietas que están dispuestas a la colaboración para mejorar el trabajo que hacen.
- Refuerzo de microclimas organizativos de actividad vinculados al conocimiento. Derivado de lo anterior y como elemento coadyuvante, en los espacios de trabajo donde se instalan estos procesos vinculados al conocimiento, se acaban reforzando vínculos y redes entre las personas que mejoran su capacidad profesional.
- Innovación y emprendeduria. Es el espacio natural de los profesionales inquietos y allí donde la organización puede esperar que nazca la innovación yla mejora. Directivos sensibilizados lo han entendido así y están dando protagonismo a los profesionales para que se organicen en CoPs -o bien, en grupos de innovación-.
Todos estos factores mencionados, en una reciente jornada de trabajo con e-moderadores, dirigida por Ramon Sangüesa e Irene Lapuente, fueron puestos a prueba. Se trataba de reflexionar sobre los procesos de co-creación en el programa Compartim siguiendo la metodologoa del Design Thinking. En una fase inicial de la sesión les pedimos a los e-moderadores que listarán e hicieron balance de aquello que había resultado positivo y de aquello que no lo había sido tanto, y que había que revisar.
Las siguiente gráfica presenta las conclusiones del seminario. En verde los aspectos positivos y en rojo lo que hay que mejorar (o aquello que preocupa)
Lo claramente positivo (color verde) venía relacionado con los productos realizados (temática) y con la vertebración de espacios de conocimiento y mejora (retorno personal y de grupo)
En cambio, aquello más preocupante (color rojo) se relacionaba con la participación del resto del colectivo profesional (demandas de participación de los e-moderadores en algunos grupos que no tenían respuesta ); el desasosiego que esto les producía (balance entre demandas y respuestas) y las dificultades de la organización para liderar definitivamente estos procesos de conocimiento y trabajo compartido.
Balance: volviendo a los orígenes.
Podría decirse que el papel que la crisis económica en estos momentos está jugando es el de filtrador. Una de las lecciones que nos está dejando la crisis en relación a las CoPs es que la apuesta masiva por instalarlas como una herramienta común (para todos), no es realista. Las comunidades de práctica que van a sobrevivir serán aquellas que se apoyen en temáticas y contenidos en los que trabajan y que generan entusiasmo (nada nuevo desde E.Wenger). En cambio aquellas más dependientes de presupuestos adicionales y de motivaciones externas (más artificiales) van a quedar defraudas (desasosiego y no apoyo institucional).
Dicho en otras palabras, si el conocimiento es el motor de la CoP, esta va seguir. Si las personas que están apuntadas lo hacen por un efecto ligado a la moda -quedar bien- o por esperar beneficios no intrínsecos, no van a perdurar.
Por tanto, ¿qué hemos aprendido de todo esto? Dicho claramente: debemos filtrar las demandas y especializar la búsqueda de los entusiastas en la organización.
Wenger –como no- tenía razón: es mejor cultivar que sembrar. La implicación es clara: en el programa Compartim estamos viendo que los grupos profesionales pequeños, con un gran peso del factor identidad están produciendo más y mejor que los grupos más grandes.
¿Invalida todo esto anterior el rumbo inicial en la metodología que hemos puesto en marcha? Creo que no. Nos hace más conscientes de la dificultad de poner en marcha procesos participativos para que estos sean verdaderamente sostenibles. La clave vuelve a estar en las personas y en el entusiasmo que sean capaces de poner. Comprobamos, como decíamos antes, que los grupos pequeños con gran identidad entre sus miembros, es donde mejor pueden a aparecer estas variables. Las razones para ello pueden estar en la autonomía que disfrutan al margen de las grandes estructuras formales que acaban por condicionar su funcionamiento. En este sentido, este año lo hemos comprobado empíricamente: estos grupos pequeños, autónomos y muy identificados entre si han hecho propuestas y trabajos potentísimos. Por citar algunos: la CoP monitors artistics, Esportius, Tics i Narratives Digitals, Asessorament Penal d’adults i menors, etc.